Después de todo lo que habíamos pasado solo
me quedaba pensar que él estaría bien. ¿Yo? Yo no era algo importante, después
de todo había sido mi decisión. No estaba segura que fuera lo correcto, pero
después de todo lo que habíamos pasado, dudaba que hubiese otra solución.
Alargar más nuestro tiempo juntos solo significaría alargar más y más nuestra
tormentosa agonía.
Nunca
entendí bien como llegamos a esa situación de apenas soportarnos por un rato,
de hartarnos de nuestros típicos juegos y berrinches, todo era algo personal,
todo nos molestaba... Aunque realmente no se sentía tan mal. Ahora que lo
pienso era lindo tener alguien en quien confiar por completo, alguien que me
conocía y con quien podía hablar de todo.
Quizá
no me esforcé lo suficiente para lograr que esto a lo que llamo amor – eso que
compartíamos y que no sé si para él lleve el mismo nombre – perdurara por mas
tiempo. Quizá me confié demasiado, o, quizá era correcto lo que los demás
decían, y él no era el indicado para mi.
Dudo
encontrar respuesta a eso algún día. Solo sé que estar sin él me está matando.
No siento lo mismo que al principio, eso
es cierto. ¿Y si lo que él decía es verdad? ¿Qué tal si todo esto es solo
porque no me gusta estar sola? Me cuesta admitirlo, pero tiene un poco de
razón. Me acostumbre demasiado a su presencia, a saber que sin importar qué
pasara, él siempre estaba ahí para mi.
Creo
que muy pocas veces le mostré cuán interesada estaba en lo que pasaba, y
realmente muy pocas veces fui de ayuda para él. Pensándolo bien, todo lo que
hacía era merodear alrededor suyo, quejándome de todo, incluso de las cosas que
sabía que estaban fuera de mi control, y siempre le causaba problemas y dolores
de cabeza.
Si
pudiera volver atrás el tiempo, no arreglaría las cosas entre nosotros.
Buscaría la forma de jamás conocernos, y ayudarle a distancia. Así evitaría
muchas dificultades en su vida, le hubiera ahorrado muchas desgracias y malas
experiencias.
No
espero que él llegue a leer esto algún día. No espero que él espere que esté bien,
tampoco espero que le importe. Solo quiero sacar todo lo que llevo dentro, que
aunque no es poco, no es suficiente para ir y decírselo de frente.
No
hay manera de que ahora pueda mirarlo a los ojos después de la forma en que le
traté.
Realmente
creo que era lo más sano para los dos: no seguir lastimándonos, no seguirme
ilusionando con algo que no iba a pasar, ni esperar que él siguiera ahí para
mi. Prefiero que me odie a que siga esperando a que lo necesite. No es justo.
Tampoco
es justo que yo quede como la mala en la relación, porque ambos cometimos
errores, sin embargo, es más fácil para él superar las cosas cuando los demás
están de su lado. Yo puedo volver a las sombras, de donde jamás debí salir.
Es
hora de retomar mi camino y dejar que él siga el suyo. No me agrada la idea,
pero debo aceptar que él morirá en los brazos de alguien más, que la vida sigue
aunque no esté a su lado, y, sobre todo, debo aprender a ser feliz viéndole
feliz, aunque no esté a mi lado.
¿Deprimente
todo lo que acabo de escribir? No lo sé. Pero así me siento.